viernes, 20 de agosto de 2010

Capítulo 2. Todo lo sólido se desvanece en el aire: Marx, El modernismo y la modernización

En el pensamiento sobre la modernidad se presenta una dualidad: modernización en la economía y la política, y modernismo en el arte, la cultura y la sensibilidad. En medio de este dualismo, Marx está muy presente en la literatura sobre la modernización, pero no en la del modernismo. Para Berman sin embargo, Marx arroja ideas en la relación entre la cultura modernista, la economía y las sociedades burguesas, entendiendo esto como el mundo de la modernización de la que ella salió. Con vidas controladas por una clase dominante con intereses creados en el cambio, pero también en la crisis y el caos, para las que la estabilidad es sinónimo de muerte. En esta autodestrucción innovadora se ubica el drama del hombre moderno que debe apartar a los económicamente ineficientes y expandirse de manera cada vez más ingeniosa e innovadora conduciendo incluso a que los valores sean convertidos en valores de cambio. Para Berman, Marx sabía que debíamos comenzar donde estábamos: psíquicamente desnudos, despojados de toda aureola religiosa, estética, moral, y de todo velo sentimental, regresar a nuestra voluntad y energía individual, obligados a explotar a los demás y a nosotros mismos a fin de sobrevivir, y a pesar de todo agrupados por las mismas fuerzas que nos separan.

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